martes, 16 de abril de 2013

Menos nazis


 
 
Que la Asociación de la Prensa de Madrid emita un comunicado en el que se pide "a los ex-trabajadores de Telemadrid que mantengan del respeto por el trabajo de los empleados que se quedaron" me ha producido por igual pena e indignación. Pena porque la Asociación de la Prensa de Madrid debería comprobar y contrastar, como institución formada por periodistas- y que además ostentan el honor de representar al periodismo, con mayúsculas- las afirmaciones que se hacen.
Indignación, porque en este país en los últimos meses se está tomando por costumbre criminalizar a las víctimas de cualquier desmán, protegiendo a los verdugos. El que grita en un escrache es un "nazi",  y el político y el banquero que lo permiten, las víctimas.
 
Deploro la violencia. Todo tipo de violencias: la violencia física y también la psíquica. Esta última es tan dolorosa como las bofetadas y los puñetazos.
 
Habiendo como he vivido el ERE de Telemadrid desde dentro y desde la parte afectada, quisiera que alguno de los empleados que se han quedado me relate qué tipo de violencia física se les ha infligido. En más de una ocasión la dirección de la empresa llamó a la policía para llenar las inmediaciones de nuestra sede de antidisturbios. Ni una sola vez la policía tuvo que actuar por incidentes, ni violentos ni de ningún otro tipo. Ni un solo incidente en las manifestaciones, concentraciones, y todo tipo de actos en la Ciudad de la Imagen, Sol, etc...

Tampoco después del ERE ha habido un solo incidente violento en las concentraciones, que han sido muchas, de los ex trabajadores de Telemadrid.
 
Sí, es verdad, muchas veces se han aporreado mesas en la cafetería, o se ha hecho el silencio más absoluto ante el paseíllo de un directivo, o se han gritado consignas y se han colgado carteles y pasquines en las paredes, poniendo en vergüenza a una dirección de Telemadrid y a una dirección de  Informativos que han llevado a la ruina económica y al desprestigio más absoluto a nuestra Televisión. Una vez concluido el ERE, sí, se ha seguido poniendo en vergüenza y señalando con el dedo a los directivos y empleados- ¿periodistas?- que con su  rotundo entreguismo a unas siglas manipulan la información, la retuercen y mienten, sí, mienten, desde un medio público. No merecen ser llamados periodistas, porque no lo son.
 
Violencia psíquica, dirán algunos. ¿Quién es más violento? ¿El que pone en la calle a más de 800 trabajadores, muchísimos con una oposición aprobada, en un ERE declarado ilegal por los tribunales? ¿Los que roban empleos y siguen manipulando informativos y gastando el dinero de los madrileños en una televisión parcial y vergonzosa en la forma y en el fondo? ¿Saben esos que se quejan de "intimidaciones", la "intimidación" que supone ser un matrimonio de ex trabajadores de Telemadrid con tres hijos- por poner un ejemplo-que quizás no vuelva a encontrar trabajo? ¿Saben lo que significa aprobar una oposición para que tu puesto se lo quede el sobrino o el amiguete de tal o cual dirigente, diputado, periodista-amanuense o amiguete del PP o del Gobierno del PP? No se han quedado los mejores: se han quedado los entregados, los enchufados y los dóciles. Y estos son los que piden ahora amparo a la APM. Quizás la APM debería haberse fijado más en los nueve años en los que los ahora despedidos hemos trabajado "bajo intimidación", apartados y ninguneados por nuestra negativa a manipular.

Aquí todos somos mayorcitos. Y todos diferenciamos entre lo que es violencia y lo que no lo es. Las denuncias, en los tribunales; la APM, a contrastar la información y no dar pábulo a denuncias de "intimidaciones nazis".
Menos nazis. Lo dicho: ahora, los que protestan, gritan o se quejan de las injusticias son "nazis".  Los que se han quedado con todo lo tuyo, las víctimas.
 

jueves, 4 de abril de 2013

Zinc Shower: Una ducha de optimismo

¿Cuántos emprendedores tienen una idea de negocio, rompedora, original, creativa, y útil,  y no encuentran la financiación para ponerla en marcha? Legión, ¿verdad? Durante tres días de abril, del 11 al 13, en el Matadero de Madrid se celebrará una Feria, Festival, Encuentro...llamémosle x, que responde al nombre de Zinc Shower. Hoy se ha presentado en Madrid.
 
Se trata de la primera iniciativa en España que pondrá en contacto a los emprendedores que tengan proyectos culturales y creativos entre  manos y necesiten del apoyo o el empuje inicial de un inversor. La idea surgió de dos compañías, Stage Planet y Utopic-us. La primera es una compañía independiente enfocada a la producción cultural de calidad. La segunda gestiona en Madrid y Barcelona espacios de co-working, donde los emprendedores, jóvenes y menos jóvenes, pueden poner en marcha sus proyectos en un espacio común con otros muchos emprendedores. Las relaciones y sinergias que se crean entre distintos proyectos, la cultura de la colaboración, el asesoramiento mutuo, la convivencia...ayudan a sacar adelante las "starts up" sin necesidad de alquilar un espacio propio, que, para el inicio de una empresa, siempre es más gravoso. Está claro que está cambiando el modelo tradicional de "trabajo", "de empresa", de "negocio".
 

Zinc Shower, a pesar de las reticencias iniciales de las administraciones públicas, propias de una crisis, ha encontrado el apoyo de muchos organismos: el primero, el de Matadero Madrid, con su directora al frente,  Carlota Álvarez, que creyó desde el principio en el proyecto. Detrás de ella, el Área de las Artes del Ayuntamiento de Madrid; pero también la Fundación Tripartita, el Ministerio de Educación, el ICEX...Vamos, que, aunque la idea ha partido de la "sociedad civil", la que mama todos los días las penurias que pasan los pequeños empresarios y autónomos del sector creativo, las administraciones han comprendido, por primera vez, que hay otra posibilidad de crecimiento económico que no sea el ladrillazo, el pelotazo o, como explicó en la presentación de hoy  la Dra. de Matadero, "el turismo cervecero". La cultura española necesita inversión, y hacer comprender esto a los inversores debería ser labor de los gobiernos, aunque necesiten el empujón de algunos ciudadanos de a pie.
 
Más de 100 starts ups, tras un proceso de selección al que llegaron a presentarse más de 900, participarán en Zinc  Shower en Matadero Madrid, donde podrán tener su momento y espacio de gloria para captar la atención de inversores que ven en la creación una posibilidad de crecimiento económico. Los empleos que crea la industria cultural (y aquí se incluye la creación audiovisual, el diseño gráfico, la creación digital, la comunicación y el márketing basado en nuevas tecnologías, la artesanía, las artes escénicas...) son empleos de calidad y potencian el talento local. Son negocios que ayudan a vender y a diseñar otros negocios. El desarrollo de esta industria tiene además un efecto colateral para el turismo cultural en una ciudad como Madrid.
 
A Rafa De Ramón, creador de Utopic-us, le conocí haciendo un reportaje para la difunta Telemadrid sobre los espacios de Co-Working en Madrid. A pesar de estar inmersos en el terrible agujero negro de la crisis, Rafa transmitió una energía y un optimismo (del de verdad, no del de Montoro) que hace mucha falta para empezar a sentir que "esto se mueve". Ataviado, como su socio en Zinc Shower, Andrés Loamnder, con un albornoz, de Ramón asegura que en el sector creativo español  hay talento a paletadas, pero tenemos que empezar a creérnoslo y a que se lo crean los que manejan el cotarro inversor. Lo que está claro es que el modelo anterior, el ladrillo, el empleo de baja cualificación, es el que nos ha llevado donde estamos. Si las administraciones (estatal, autonómicas y locales) no son las primeras en creérselo, mal vamos.
 
Esperemos que Zinc Shower sea un éxito y el principio de un cambio de visión sobre lo que puede o no puede ser negocio. Esperemos que los emprendedores, a los que tanto jalea este gobierno y tan poco ayuda,  saquen petróleo de su talento y de sus ideas. Esto es optimismo en movimiento, no un brindis al sol soltado desde la tribuna de oradores.